Para qué usamos nuestros tags con NFC

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Las 5 cosas que podemos hacer con NFC

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Las otras dos caras de la tecnología NFC

Es un hecho que NFC (Near Field Communications) es una de las tecnologías más polémicas y confusas en cuanto a su adopción de los últimos años.

Por una parte, tenemos el énfasis que se la ha dado a esta tecnología con los pagos móviles. Donde su adopción por parte de empresas y bancos no ha sido muy buena debido a lo complicado que es tener una estandarización por parte de ambos y, por ende, se genera una falta de interés (Aunque ya se está yendo por buen camino).

Y por otro lado, tenemos la falta de interés de Apple en implementarlo en sus productos. Donde ha preferido utilizar soluciones propias como AirDrop, Passbook y iBeacon. Pero, ¿En verdad es necesario que Apple integre NFC en sus dispositivos para ver el crecimiento de dicha tecnología?

Según un reporte, para el 2018 alrededor de 1.6 billones de smartphones con NFC van a estar navegando en nuestro planeta, es decir, cada 2 de 3 teléfonos. Y si contamos los nuevos accesorios para los productos de la manzana, podríamos asumir que la respuesta es negativa.

Alrededor de 1.6 Billones de smartphones con NFC para el 2018.

Está bien… Pero, ¿Y las otras dos caras?

Somos humanos. Apasionados de la tecnología si ya llegamos a este párrafo en el artículo. Y como seres humanos, dependemos de otros humanos y de cosas materiales. En este caso, dependemos de lo que las empresas grandes hagan para poder elegir si queremos aprovechar las nuevas tecnologías o no. Y la mayoría de las veces es de la manera que ellos nos digan. ¿Por qué no utilizarla a nuestra manera? ¿De una manera que nos divierta y nos simplifique nuestras vidas?

La otra cara de NFC es la diversión y la simplificación.

Es ahí donde está la primer-otra-cara de NFC: La diversión. La parte divertida del NFC son los NFC Tags. Stickers que les podemos imprimir lo que más nos guste o comprarlos de colores y pegarlos en puntos estratégicos para que nos ayuden a realizar ciertas acciones con nuestros teléfonos. Todo con un sólo toque. Sony nos regala en la compra de sus smartphones sus Xperia SmartTags. Samsung tiene sus Tectiles. Y en México y Latinoamerica tenemos también otras tiendas de tags que van más allá de lo que nos ofrecen los grandes de la tecnología.

Lunanfc tags

La idea es muy sencilla. Combinar una app, un NFC tag y tu smartphone. Una app para programar dicho tag con tu smartphone y realizar una acción como dar un URL, activar el WiFi, realizar una llamada, mandar un sms o abrir una app. También existen otras aplicaciones donde podemos programar más de una acción y de verdad simplificar nuestras vidas.

¿Y qué pasa si nos acordamos de los otros tipos de personas, las morales? ¿Si pasamos esa diversión y simplificación a una empresa y lo convertimos en eficiencia y ahorro? El resultado es la segunda-otra-cara de NFC: Eficiencia.

NFC como eficiencia y ahorro para las empresas.

Podemos implementar tags en toda nuestra cadena de producción y leerlos mediante un lector para poder ver la descripción del producto, la fase en la que se encuentra dentro de dicha cadena, su geo-localización y toda la logística con tan sólo un toque y en vivo. Para después cambiar ese tag remotamente y volverlo como un chip de identidad para nuestro producto y mandar a los consumidores a nuestra página oficial. O imaginémonos poder llegar a una Librería (Porque todavía leemos libros físicos, ¿o no?) y poder descubrir de una manera más interactiva y eficaz los diferentes libros que hay en cada sección al chocar nuestro smartphone con un tag.

Así nos podríamos seguir dando ideas e ideas. Esta tecnología tiene eso, nos hace imaginar. Echar a andar nuestro cerebro. Y es ahí donde uno se puede dar cuenta si las cosas valen la pena o no.

Al final de cuentas, la respuesta a si NFC es una tecnología que llegó para quedarse sólo el tiempo la dirá. Pero está en nosotros (Y no en las grandes tecnológicas) de sacarle provecho a su momento de auge, probar nuevas cosas y no quedarnos en una zona de comfort. Porque lo que sí es un hecho es que la tecnología cambia muy rápido y quedarnos fuera de la fiesta es imperdonable